ORLANDO RODRÍGUEZ
Observando en detalle las flores de Axinaea macrophylla, bello árbol nativo de los bosques nublados de Colombia, se puede apreciar en su interior un conjunto de elementos globosos en forma de corazones dispuestos a manera de collar de perlas.
Para un ave que frecuente estas flores la oferta es prometedora. Cada “perla” contiene una generosa cantidad de nectar, así que … porqué no aceptar la golosina?
Pero el premio no es gratuito.
Cada unidad es realmente un saco lleno de aire, y cada saco termina en un tubo hueco conformando en conjunto un fuelle maravillosamente funcional. El sistema está íntimamente conectado con las “Anteras”, unidades florales portadoras del polen, de manera que mientras el ave cosecha los sacos nectaríferos, estos disparan polen que va a parar a pico y plumaje del goloso visitante.
Así, durante una jornada de alimentación, el ave recibe polen y se encarga de distribuirlo en todas las flores que visite .
Una negociación gana gana. El Arbol ofrece su nectar, pero de paso garantiza la polinización y dispersión de sus genes a lo largo y ancho del bosque.
Fuentes documentales:
- Dr Eduardo Calderón. http://www.elrefugionatura.jimdo.com . Un paraíso natural que se debe visitar al menos una vez en la vida.
- https://blog.nationalgeographic.org/2014/07/03/plant-blasts-birds-with-pollen-using-bellows/